Ya sé que hace muuuccchhhooo que no paso por acá, es que ultimamente el tiempo me dura menos que la carne en el mercado. La verdad es que desde la última experiencia que les conté no he vuelto a subir al auto, podría contar mil razones o excusas pero no tengo... me pasa que los findes nos vamos a mardel (porque los nenes extrañan cada vez más a sus abuelos) o los llevamos a pasear a algún lado, siento que si vamos al curso casero de manejo les hacemos perder el fin de semana sentados atrás del auto y eso me hace sentir culpable. Pero obvio que retomaré porque no es ni quiero que sea un hobbie para mi, sino la realización de algo más que me propuse en mi vida.
Pero acá estamos para contar experiencias tras el volante asi que les voy a contar una...
El marido arreglando no sé que del auto, yo cómodamente sentada del lado "¿privilegiado?" del acompañante... me grita : "acelerame!!!" y yo muy comedida y entendida me siento en SU lugar y cuando voy a pisar una de las tres palanquitas... le digo: "espera ¿cuál es el acelerador???" viene y me pregunta "¿q te pasa? acelerá!" y con la mejor cara de poker le contesto: " no me acuerdo para que es cada palanquita". Y bueno, ya sé defenestré años de liberación femenina, pero no me acordaba en serio, q iba a decir????. Me oxidé.
Prometo estudiar para la proxima y subirme al auto con conciencia didáctica.
Nos vemos, Laura
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miércoles, 9 de abril de 2008
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