Mi clase de Manejo


Mis clases son caseras, porque el instructor es mi marido. Él también es novato en las artes del manejo... no hace mucho que aprendió, pero igual es un buen maestro. Me tiene paciencia, y cuando terminamos me dice: "viste que te trate bien"... se ve que es el comun denominador la mujer gritada por el marido ofuscado. Pero como hace poco que el aprendio, creo que es por eso que es menos canchero.Mi primer clase fue muy fácil (más de lo que imaginaba), aunque me confundía los pedales y pisaba mucho el acelerador. Pero fue fácil, porque la verdad es que nunca se me había ocurrido aprender a manejar... es esta sociedad machista y las cosas que nos enseñan de chicos. Me parecía que sólo el hombre podía manejar, que la mujer no necesitaba aprender. Luego, en base a ciertas necesidades, me di cuenta que es tan importante para uno como para el otro. Asi que cuando puse las manos en el volante, no sentí "poder", sentí "libertad". No libertad de poder ir a cualquier lado, sino sobre todo independencia... demostrar que puedo, que esta sociedad es machista para lo que le conviene y feminista para lo que le conviene y nosotras estamos en el medio tratando de cumplir con todos los preceptos de nuestras madres y además queriendo competir, asomar la cabeza en este mundo de hombres, sin descuidar la casa y los hijos.- Una locura.-
Las clases siguientes, demostraron que la primera habia sido acertada... con el volante en las manos senti que habia manejado toda la vida. Mi papá fue corredor de carreras allá lejos y hace tiempo, asi que por ahi lo llevo en la sangre. El que no lo podia creer es mi marido, porque con lo miedosa que soy me largué sin problemas. Ya llevo cuatro o cinco clases y estoy contentisima, aunque el marido tiene un poco de terror a bordo. Se va agarrando de donde puede, y la frase más repetida es "frennnaaaaa".-Ya les seguiré contando mis experiencias.-
Gracias a Jime por invitarme.-